Película: El Caballero Oscuro: La leyenda renace.
Título
original: The Dark Knight rises: Batman 3.
Dirección: Christopher Nolan.
Países: USA yReino Unido.
Año: 2012.
Duración: 164 min.
Género: Acción, thriller.
Interpretación: Christian Bale (Bruce Wayne/Batman), Tom
Hardy (Bane),Gary Oldman (James Gordon), Anne Hathaway (Selina
Kyle/Catwoman),Morgan Freeman (Lucius Fox), Michael Caine (Alfred), Marion
Cotillard (Miranda Tate),Joseph Gordon-Levitt (John Blake), Daniel Sunjata
(agente de operaciones especiales), Josh Pence (joven Ra’s Al Ghul), Diego
Klattenhoff (policía novato), Nestor Carbonell (alcalde de Gotham City), Juno
Temple (Holly Robinson), Matthew Modine
(Foley), Christopher Judge.
Guion: Jonathan Nolan
y Christopher Nolan; basado en un argumento de David S. Goyer y Christopher
Nolan; a su vez basado en los personajes creados por Bob Kane.
Producción: Christopher Nolan, Charles Roven y Emma Thomas.
Música: Hans Zimmer.
Fotografía: Wally Pfister.
Montaje: Lee Smith.
Diseño de producción: Nathan Crowley.
Vestuario: Lindy Hemming.
Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.
Estreno en USA: 20 Julio 2012.
Estreno en España: 20 Julio 2012. Calificación por edades:
No recomendada para menores de 12 años.
DESCENDER A LOS INFIERNOS PARA RENACER
Han pasado ocho años desde que Batman desapareciera en la
oscuridad, convirtiéndose, en ese instante, de héroe en fugitivo. Al asumir la
culpa por la muerte de D.A. Harvey Dent, el Caballero Oscuro lo sacrificó todo
por lo que considera, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La
mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad
de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con la
llegada de una astuta gata ladrona, que lleva a cabo un misterioso plan. Sin
embargo, es mucho más peligrosa la aparición en escena de Bane, un terrorista
enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad hacen que Bruce regrese de
su autoimpuesto exilio. Pero a pesar de volver a ponerse el traje, es posible
que Batman no sea suficiente para combatir a Bane.
Sinopsis
Han pasado ocho años desde que Batman desapareciera en la
oscuridad, convirtiéndose, en ese instante, de héroe en fugitivo. Al asumir la
culpa por la muerte de D.A. Harvey Dent, el Caballero Oscuro lo sacrificó todo
por lo que considera, al igual que el Comisario Gordon, un bien mayor. La
mentira funciona durante un tiempo, ya que la actividad criminal de la ciudad
de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con la
llegada de una astuta gata ladrona, que lleva a cabo un misterioso plan. Sin
embargo, es mucho más peligrosa la aparición en escena de Bane, un terrorista
enmascarado cuyos despiadados planes para la ciudad hacen que Bruce regrese de
su autoimpuesto exilio. Pero a pesar de volver a ponerse el traje, es posible
que Batman no sea suficiente para combatir a Bane.
Crítica
Christopher Nolan revolucionó el cine comercial de acción y
aventuras hace siete años con Batman Begins apostando por un tono sombrío,
serio y oscuro alejado del condescendiente estilo general de la mayoría de
productos veraniegos sobre superhéroes, que tendían a infravalorar la
inteligencia del espectador sirviendo un producto sencillo, asequible y
masticado directo al paladar. Con The Dark Knight (2008) no solo dio un paso
adelante en esa revolución sino que asentó las bases para futuros creadores de
como se debe presentar y mantener a un villano en pantalla sin caer en el
maniqueísmo ni la moralina. Muchas películas recientes han bebido de ese éxito
(Un ciudadano ejemplar, X-Men Origins, Código Fuente, etc) pero ninguna ha
conseguido igualarlo. Llegados a este punto, en el 2012, siete años después de
liderar ese nuevo movimiento cinematográfico que ha cambiado los prototipos del
cine comercial, Nolan se encuentra con que su máximo contrincante es él mismo.
Solo puede competir contra su propio talento en esta tercera aventura del
hombre murciélago, por lo que el listón está altísimo. Casualmente, lo mismo le
ocurre a Batman, que en esta ocasión deberá hacer frente no a uno sino hasta cuatro
villanos simultáneamente (consciente o inconscientemente). Nolan ha apostado el
todo por el todo en el “más grande, más largo, más épico” y la apuesta ha
resultado ganadora en parte, pero no totalmente.
El principal problema que le veo al film en su totalidad es
el curioso montaje que han elegido los Nolan, pues saltan de una escena a otra
con una determinación que puede ser confundida con aleatoriedad. Es decir, las
abundantes tramas y subtramas que habitan en el guión son tratadas de forma no
lineal y, solo a veces, dejando pasar demasiado tiempo entre unas y otras,
pudiendo provocar el olvido y la confusión. Para mi gusto, es en estos momentos
cuando la película se vuelve algo dispersa y caótica, sin saber bien por donde
tirar con tantos frentes abiertos. Esto imposibilita la total implicación del
espectador con la historia y la posibilidad de una evasión mental impensable en
la segunda parte, donde la guerra Joker-Batman nos tenía con el corazón en un
puño. También influye que el libreto abarque seis meses de la vida en Gotham,
por lo que en algún momento se le puede atribuir algún problema de ritmo. Por
otra parte, no voy a caer en el argumento fácil de decir que se echa en falta
al Joker porque no es cierto. Bane es un pedazo de personaje, una bestia con
suficiente entidad como para hacernos olvidar al payaso loco. Sin embargo, si
me hubiera gustado que el personaje, con un pasado lleno de dolor y sentimientos,
hubiera contado con el mismo tratamiento formal que el Joker. Que se le hubiera
dado ese tiempo necesario para evolucionar en pantalla y no ser solo el villano
de la función. Su presentación está a la altura del robo al banco de la segunda
parte, enorme, pero da la sensación de que se le podía haber sacado más y
explorado ese pasado turbulento que forjaron su cruel personalidad y que sale a
relucir en el vibrante clímax final.
Porque si hay algo que sobresale por encima de todo son los
espectaculares y emocionantes últimos 45 minutos (me recordaron más a Inception
que a The Dark Knight), donde Nolan da rienda suelta a lo que mejor sabe hacer,
controlar la acción y el tempo del caos. Las imágenes se asemejan a una ópera
clásica o a una operación imposible a corazón abierto donde todo sale según lo
planeado. Todo encaja en un sinfín de explosiones, persecuciones, disparos,
traiciones, peleas cuerpo a cuerpo y una emoción incontenible. Las escenas del
campo de fútbol y los puentes pasarán a los anales de la historia del cine de
acción como ejemplos de una ejecución perfecta.
Gran acierto prescindir de la música en las peleas cuerpo a
cuerpo Bane-Batman, donde podemos disfrutar en su máxima expresión de la brutal
bestialidad de Bane, una máquina sedienta de sangre que destroza todo lo que
sale a su paso sin piedad. Tom Hardy, en un papel que recuerda a la reciente (e
injustamente ninguneada) The Warrior, no se guarda nada en una interpretación
difícil, bastante más vocal que gestual, logrando inspirar verdadero terror sin
olvidar la parte necesaria de sensibilidad para comprender al personaje.
Hathaway compone una Catwoman amena, que no resulta cansina en ningún momento,
aportando un toque de distinción a un papel muy sobado. Bale, Freeman, Oldman,
Levitt y Cotillard tiran de tablas para hacer suyos a sus respectivos
personajes (con sorpresa final en la identidad de algunos de ellos) pero sin
lugar a dudas me quedo con un maravilloso Michael Caine, que se ve beneficiado
por el íntimo tratamiento a la relación Wayne-Alfred (por fin!) y dándole la
oportunidad de desarrollar un personaje que siempre ha tenido mucho que ofrecer
pero que pocos han querido escuchar.
Es curioso como el cine de acción de EEUU parece coincidir
en que para vencer al enemigo hay que fomentar la unión de las personas en
todos los ámbitos, descartando el individualismo típico de los héroes para
dibujarlos ahora como parte o líderes de un grupo de ciudadanos (a veces
anónimos) decisivos en la lucha contra el crimen. Lejos quedan los héroes que
solo necesitaban de sus músculos para salvar la papeleta. El efecto 11S ha
vuelto con fuerza y, si ya lo pudimos ver hace pocos días en la reciente The
Amazing Spiderman, The Dark Knight Rises vuelve a incidir sobre ello. El pueblo
unido jamás será vencido, todos son necesarios para derrocar al mal y mantener
la paz. Los héroes de guerra, paradójicamente, son olvidados y menospreciados
en tiempos de paz. Los hermanos Nolan apuestan también por algunos giros
finales satisfactorios salvo por uno que, particularmente, me ha parecido una
oportunidad perdida para cerrar la trilogía de forma oscura y negrísima (que no
voy a desvelar), lo que hubiera supuesto un bofetón a la industria de Hollywood
y hubiera vuelto a cambiar las reglas del juego. Otra vez será. De momento hay
que darle las gracias a Nolan por habernos brindado una trilogía ejemplar,
adulta y a la altura de la leyenda del mejor superhéroe de cómic que jamás ha
existido: Batman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario